miércoles, 22 de junio de 2011

Enrique Walbey. Genealogía de la Obra.

Walbey. Genealogía de la Obra.
                                                               Carlos Flores-Michel  
El expresionismo del S. XIX surge como una contrapropuesta a la obra de los Impresionistas quienes sustentan su movimiento sobre una base de índole positivista, exponen el contexto preciosista de la Belle Epoque y publicitan el optimismo que impera debido a las ofertas de progreso ilimitado concebidas por el cientificismo.
El expresionismo, busca por otras rutas la reivindicación del individuo, a través de la palabra del inconsciente colectivo, de las emociones del artista y de su intuición, esto se alcanza a veces por medio de la deformación visual del cosmos y de la explosión de colores y formas que violentan la realidad, o del reflejo de la angustia del ser humano ante la incertidumbre. Los expresionistas objetan la perfección del afuera interpretando al mundo desde una subjetividad que se exterioriza en la revelación de lo feo, de lo vulgar, con lo que denuncian los tabúes y el orden ilusorio de los valores reinantes. Luego, Feuerbach nos remite al materialismo, al hombre como ser real y concreto, responsable y dependiente de sí, por la conciencia de si mismo; Husserl estudia a la esencia y propone la facticidad para comprender al hombre y al mundo; Scheler confiere a la ideación las formas esenciales en que los objetos son comprendidos. Walbey, nos distancia del engaño actual al recuperar la simiente del Expresionismo y elabora la teoría sobre un nuevo Esencialismo, que nos entregan la figura en su brutalidad y restituyen la divinidad que la religión hurtó a su espíritu. Formas en tránsito, disponemos del cuerpo como goce y como sufrimiento, éste, nos dota de la evidencia del ser al contrastar su expresividad sobre la nada, y al diferenciarla de la del otro, nos posibilita como individuos. En este nuevo milenio, cómplices de las fuerzas que nos conducen, operamos como cuerpos hambrientos de juventud perenne y de inmortalidad; pero el Arte que Es, nos confronta dolorosamente con la finitud al exhibir la angustiante decadencia de la humanidad y la irrevocable presencia de la muerte, y en ese gesto, nos libera.

Ludwig Feuerbach. La esencia de la religión, Tomás Cuadrado (ed. y trad.), Madrid, Páginas de Espuma 2008.
Edmund Husserl. Ideas Relativas a una Fenomenología Pura y una Filosofía Fenomenológica, Trad. José Gaos, Fondo de Cultura Económica, México, 1949, 1993
Max Scheler. Esencia y formas de la simpatía, Ed. Losada, 2004
Martin Buber, ¿Qué es el hombre?, Fondo de Cultura Económica,
Breviarios, México, 2002.

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