jueves, 3 de febrero de 2011

Imaginario Walbey 1


Con la crudeza que caracteriza mi obra, presento tres esculturas monumentales sobre el camellón de Av. Acoxpa.
La intervención de las esculturas en la vía pública provoca sensaciones de extrañeza, indignación y sorpresa “hasta ocasionar
infartos...”  o así se ha escrito.. será?
Al mostrar figuras famélicas y desgastadas de vientres protruídos, se reflejan en el exterior de cada pieza imágenes que quisiéramos
que no existieran pero existen y no podemos maquillar más. Expresión de indiferencia, lasitud y desesperanza se muestran ante el peatón.
Cuando se nos llena la boca hablando de belleza o fealdad, no podemos dejar a un lado siglos de evolución en la historia del arte desde monumentos monolíticos hasta instalaciones conceptuales.
Para señalar solo algunos momentos de esta historia, cito al historiador E. H. Gombrich refiriéndose a la corriente expresionista de finales del S. XIX.
“Lo que iirritó al publico en el arte expresionista no fue tanto, tal vez, el hecho de que la naturaleza hubiera sido trastocada como que el resultado prescindiera de la belleza”. Y sin embargo me pregunto, ¿Cuántas veces en la historia de la humanidad hemos cambiado el concepto de la belleza?, ¿Cuántas personas
se obsesionan por alcanzar en sí mismas un ideal, de tal forma que están dispuestas a arriesgar su salud y vida por llegar a el?, ¿Acaso no existe belleza
en el desgaste del quehacer humano?
“Ni la <<fidelidad a la naturaleza>> ni >>la belleza ideal>> que fueron temas gemelos del arte europeo, parecían haber preocupado a aquellos artesanos primitivos, pero sus obras poseían, justamente, lo que el arte europeo dijérase que había perdido en su prolongada carrera: expresividad intensa, claridad de estructura y una espontánea simplicidad en su realización técnica.” (E. H. G.)
México no es el París de Haussman, ni tiene por que ser, ya que su grandeza
radica en su diversidad y complejidad cultural. O será que seguimos siendo atraídos por la idea de una estética napoleónica-porfirista?
“el acento se carga en la creación y sobre las cosas”, “no precisamente una copia de un objeto real, por hábil que sea, no un trozo de decoración, por diestramente que se realice, sino algo mas importante y duradero, algo que considera posee mayor realidad que los objetos vulgares de nuestra monótona existencia. Si queremos comprender esta situación espiritual, debemos retroceder a nuestra infancia..” (E.H.G.)
La sociedad avanza en la medida en la que se enriquece su diversidad cultural
y logra salir del deseo de permanecer en un pequeño caño que lo limita e impide su desarrollo.

Enrique Walbey
Escultor
www.walby.com.mx, www.walbey.com

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